Vocación de amor y servicio
2023-05-22 11:05:52
Fr. LORENZO PAGANI, ofm
Si se me ocurren dos palabras que expresen lo que es para mí la vocación, es sobre todo relación porque es una relación de amor, una relación de amor entre el Señor Jesús y yo que me ama hasta la locura. Este amor hasta la locura lo impulsó a llamarme a seguirlo todos los días, en las cosas pequeñas y grandes, con la certeza y la conciencia de que nunca me abandonará.
Fr. JOHNNY JALLOUF, ofm
Este "sí" es una llamada a la alegría y una llamada al amor. Y siguiendo el ejemplo de María estamos invitados a dar y decir nuestro "sí" al Señor para que nuestra alegría sea plena y nuestro amor sea mayor.
Fr. JOAQUIM FLORIANO JOSÉ, ofm
La vocación para mí es una llamada divina que necesita una respuesta de obediencia, es decir, una persona que conforme su vida a la de Cristo, que está vivo. Nos ponemos al servicio de Dios, de la humanidad y de todas las criaturas.
Fr. MARK VERTIDO PALAFOX, ofm
La vocación es una llamada divina que necesita una respuesta humana, alegre, generosa y total.
Fr. DIPHAPANG EZEKIEL NTSALA, ofm
La vocación para mí es una llamada a amar y a responder a este amor, hay muchas formas diferentes. Dije sí, y dije sí a la vida consagrada. Ahora me estoy preparando para el diaconado y luego para el sacerdocio. Tenemos muchas formas de decir "sí" y participar del amor de Dios.
Fr. GEORGE PAOLO JALLOUF
La vocación para mí es una llamada a la vida que nos lleva a entrar en una relación íntima con el Señor, relación que se renueva cada día en respuesta a su llamada: ¡Ven y sígueme!
Estos jóvenes frailes vienen de diferentes partes del mundo y han pasado los últimos años de su formación aquí en los Santos Lugares. Con los dones recibidos de Dios, tratan de responder a una llamada de amor, con alegría pero también con las luchas de cada día, con la escucha de la voluntad de Dios y con obediencia.
Un camino vocacional que llevó a estos siete jóvenes frailes a ser ordenados diáconos el domingo 21 de mayo, en la Iglesia de San Salvador, en Jerusalén, en una celebración presidida por Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén. Estuvieron presentes el nuncio apostólico, Mons. Adolfo Tito Yllana, el vicario de la Custodia, Fr. Ibrahim Faltas, numerosos sacerdotes, así como familiares y amigos que han venido a compartir este día de alegría.
En su homilía, Mons. Pizzaballa, subrayó cómo “la gloria de Cristo se encuentra en el amor y la gratuidad. Ordenarse diácono significa volver a ser servidor y hacer un don total de uno mismo, asumiendo el estilo de vida de Jesús”.
Mons. PIERBATTISTA PIZZABALLA
Patriarca latino de Jerusalén
La imposición de manos significa dos cosas: ante todo invocar al Espíritu Santo, pero invocarlo a través de la Iglesia, porque en la Iglesia los dones dan fruto. La Iglesia ha cambiado muchas cosas, pero siempre permanecerá esto: la forma en que la Iglesia se suma al deseo de Dios de continuar la obra del Reino de Dios.
Estas ordenaciones son un don del Señor a la Custodia y un don de la Custodia a la Iglesia local y universal.
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A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino
San Nicolás Peregrino es un niño griego nacido en 1075, que conoció a Jesús con ocho años y al verlo recibió de él la oración de su corazón. Fue venerado como santo por los católicos y permaneció así durante aproximadamente nueve siglos. En 2023, los griegos ortodoxos de Italia lo incluyeron en su calendario litúrgico. Un santo verdaderamente ecuménico, que tiene tanto que decir a los peregrinos que hoy llegan a Jerusalén. Su vida está escrita en el libro de Mons. Natale Albino, diplomático de la Santa Sede.