Bajo la protección de María encontramos refugio: Jornada de oración por la paz en Nazaret

2024-11-27 12:54:15
“Bajo tu protección encontramos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies las súplicas de nosotros que estamos en la prueba, oh Virgen Santísima y Gloriosa”. Fr. WOJCIECH BOLOZ, ofm Guardián de la Basílica de la Anunciación La primera comunidad cristiana recurrió a María, Madre de Dios, para interceder ante su hijo Jesús. Es ella quien se convirtió en Madre de Dios en este lugar, y es precisamente aquí donde podemos recitar como el ángel: Dios te salve, María, llena de gracia. El 25 de noviembre en la Basílica de la Anunciación en Nazaret, la comunidad franciscana invitó al pueblo de Dios a rezar a la Virgen, pidiéndole el don de la paz. Un pueblo que durante muchos meses ha vivido cada día bajo constantes alarmas que les recordaban un conflicto aún activo. En sus apariciones en Lourdes y Fátima la Virgen María nos pidió orar incesantemente por la paz: así respondieron los fieles de Tierra Santa al llamamiento. Fr. WOJCIECH BOLOZ, ofm Guardián de la Basílica de la Anunciación También hoy estamos llamados a la oración, a rezar el Rosario, oración sencilla pero poderosa, que por un lado une nuestras almas con las de Dios y con la de María, y por otro nos cambia, sintoniza nuestra vida con la divina. La jornada contó con la participación de Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, que presidió la Eucaristía de clausura de la jornada. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa A este don de reconciliación y de paz debe corresponder nuestra disponibilidad a dejarnos reconciliar y entonces comprendemos la súplica de San Pablo: “En el nombre de Cristo, somos embajadores: a través de nosotros es Dios mismo quien exhorta. Os pedimos en nombre de Cristo: dejaos reconciliar con Dios".
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino

San Nicolás Peregrino es un niño griego nacido en 1075, que conoció a Jesús con ocho años y al verlo recibió de él la oración de su corazón. Fue venerado como santo por los católicos y permaneció así durante aproximadamente nueve siglos. En 2023, los griegos ortodoxos de Italia lo incluyeron en su calendario litúrgico. Un santo verdaderamente ecuménico, que tiene tanto que decir a los peregrinos que hoy llegan a Jerusalén. Su vida está escrita en el libro de Mons. Natale Albino, diplomático de la Santa Sede.