Epifanía, camino de Dios hacia el hombre

2022-01-06 13:05:00
Con la fiesta de la Epifanía celebrada en Belén, las celebraciones navideñas de los católicos llegan a su fin en Tierra Santa. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa "Los signos de la manifestación de Dios en esta Epifanía, aquí en Belén, en un año tan difícil, también pueden ser difíciles de ver, pero están ahí. Pienso en los muchos gestos de solidaridad que han tenido lugar tanto dentro de la parroquia de Belén como en el resto de parroquias hacia la comunidad cristiana de Belén. No compartían oro, incienso y mirra, sino ayuda económica, compartían bienes materiales, necesidades básicas, también compartían un interés por esa parte de la comunidad que se encontraba en dificultades también desde el punto de vista económico". Como manda la tradición, el 5 de enero hizo su entrada solemne el custodio de Tierra Santa, seguido del rezo de vísperas. El 6 de enero, misa de la Epifanía. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa "En la solemnidad de la Epifanía, el camino de búsqueda de todos los hombres y mujeres, de todos los tiempos, encuentra su meta frente al Pesebre, frente al Niño Jesús. Y en la solemnidad de la Epifanía, el camino de la humanidad buscando a Dios se encuentra con el camino de Dios en busca de todos y cada uno de nosotros". Tras las segundas vísperas, uno de los momentos más populares de la fiesta: la procesión en la Gruta de la Natividad y el regreso con la imagen de Jesús en el trono. Durante la procesión, los fieles recibieron como obsequio gotas de mirra y granos de incienso. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa "¿Cuál es la mejor forma de celebrar la solemnidad de la Epifanía? Es recordar que en el Niño Jesús cada uno de nosotros ha recibido una dignidad extraordinaria. El Niño Jesús no nos pide que lo acojamos en una hermosa imagen, sino que nos pide que acojamos a toda persona que encontremos".
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino

San Nicolás Peregrino es un niño griego nacido en 1075, que conoció a Jesús con ocho años y al verlo recibió de él la oración de su corazón. Fue venerado como santo por los católicos y permaneció así durante aproximadamente nueve siglos. En 2023, los griegos ortodoxos de Italia lo incluyeron en su calendario litúrgico. Un santo verdaderamente ecuménico, que tiene tanto que decir a los peregrinos que hoy llegan a Jerusalén. Su vida está escrita en el libro de Mons. Natale Albino, diplomático de la Santa Sede.