Tras una intensa jornada de celebración y oración, que contó con la presencia de numerosos peregrinos, comienzan las celebraciones de la Noche Santa. En la cueva donde nació Jesús, todo está listo para recibirlo de nuevo. La primera misa en la Gruta de la Natividad, a medianoche, fue celebrada por Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa. A la misma hora, en el Campo de los Pastores fue celebrada la misa por Mons. Adolfo Tito Yllana, nuncio apostólico en Israel y Chipre y delegado apostólico en Jerusalén y Palestina. La solemne celebración, que reúne a cientos de cristianos locales, peregrinos y autoridades, se realiza en la Iglesia de Santa Catalina, a pocos metros de la Gruta de la Natividad. Como es tradición, la misa fue presidida por Mons. Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén. También estuvieron presentes Abu Mazen, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, y algunos miembros del gobierno. En su homilía, el patriarca subrayó que “con el nacimiento de Cristo, algo empieza a cambiar. Nace una nueva oportunidad de relación entre los hombres, un nuevo estilo de vida basado en la dignidad de cada hombre y mujer". Mons. PIERBATTISTA PIZZABALLA Patriarca latino de Jerusalén En un mundo lleno de violencia, como vemos a todos los niveles, parece que la violencia se ha convertido en nuestro único lenguaje. La Navidad, Jesús, este niño nacido aquí, nos recuerda que tenemos el deber de la misericordia, la compasión y el perdón. Al término de la celebración, el momento más emotivo, con la procesión hacia la Gruta de la Natividad con el Niño Jesús.