Hace cien años se construyó en esta montaña la preciosa Basílica del Monte Tabor, sobre los restos de construcciones anteriores, que aún se pueden contemplar en la cripta y en el subsuelo. La planificación comenzó en 1911, por Giulio Barluzzi, y luego fue retomada en 1919 por su hermano Antonio, a quien se le encomendó la construcción de la obra que duró, en total, de 1921 a 1924.
Barluzzi optó por construir una iglesia que recordaba el estilo sirio-románico, situada entre los siglos IV y VII. Entre sus elementos exteriores destacan dos enormes torres en la fachada conectadas por un arco de estilo bizantino. En el interior, la Iglesia está dividida por pilares en tres naves de las cuales la central termina con un ábside semicircular, caracterizado por un mosaico dorado que representa la Transfiguración: Cristo en el centro está colocado entre los profetas Moisés y Elías, y al fondo con Pedro, Santiago y Juan.
El simbolismo de Barluzzi continúa hablando en los demás elementos construidos en la Basílica. En la escalera que conduce a la cripta abierta se pueden ver mosaicos que exploran el tema de la transfiguración: Jesús experimentó "varias transfiguraciones" a lo largo de su vida. Desde su nacimiento en la tierra hasta la institución de la Eucaristía, pasando por su sacrificio en la cruz y su resurrección, todos estos acontecimientos están plasmados en las figuras elegidas por Barluzzi.
En las torres hay dos capillas: una dedicada al profeta Elías y la otra a Moisés.
Y para conmemorar el centenario de la Basílica de la Transfiguración, una vez más subimos al Monte. Junto a nosotros, Fr. Massimo Fusarelli, ministro general de la Orden Frailes Menores, que visita Tierra Santa del 15 al 20 de abril.
La santa misa se celebró en la cripta con la participación de las comunidades franciscanas de la región de Galilea. Un momento también para recordar, como subrayó el ministro general en la homilía, el vínculo de San Francisco con el elemento principal de la Basílica: la luz. En su camino espiritual de conversión, el Pobre de Asís experimentó esta polaridad: la luz del Señor se abrió paso en él pero todavía sentía el peso de sus tinieblas, de sus pecados, como el de "volverse sólo hacia sí mismo".
Fr. MASSIMO FUSARELLI, ofm
Ministro general de la Orden de Frailes Menores
Me gusta recordar la experiencia de San Francisco aquí, en esta basílica, invadida por la luz, cuyos 100 años recordamos ahora. Y al detenerme aquí en oración tengo la experiencia, especialmente con los jóvenes, de que llegando aquí como peregrinos a pie desde la llanura y subiendo, se llega con cansancio, con sudor, pero también con toda la inquietud interior del peregrino que trae su vida y también su oscuridad. Mi oscuridad no tanto es que quede iluminada sino que se encuentra inmersa en una realidad de luz que es la realidad de la santidad de Dios. Aquí espero que pueda ayudar a los que pueden venir aquí o a los que también pueden aprovechar esta memoria a través de las redes sociales, para sentir en sí mismos esta alternancia de luz y oscuridad y dejarse alcanzar por la luz que es el Evangelio de Jesús.
Después de la santa misa, se inauguró en la parte lateral de la Basílica una exposición titulada: "Luxtenebra". Fr. Ricardo, guardián del Convento, subraya cómo el Comité creado para el Jubileo de las tres Basílicas —Tabor, Getsemaní y la Iglesia de Jericó— ha querido retomar los momentos más significativos de la historia franciscana en estos tres lugares, cuyas construcciones fueron confiadas al arquitecto Antonio Barluzzi.
Fr. RICARDO MARIA BUSTOS, ofm
Guardián Convento del Monte Tabor
Lo que presentamos hoy es y se hará también en Jerusalén, en Getsemaní, es una mini exposición, es decir, una presentación general de las basílicas: su geografía, su historia y su arquitectura, pero también el patrimonio artístico que conservan las basílicas de Getsemaní y Tabor y lo que representan.
Respecto al título de la exposición, Luxtenebra, el Comité quiso presentar la centralidad del relato bíblico: La pasión de Jesús, de la que Moisés y Elías son testigos y luego la luz de la transfiguración en la que el Señor se manifiesta como Dios.
Fr. RICARDO MARIA BUSTOS, ofm
Guardián Convento del Monte Tabor
La primera fuente es la evangélica y la celebramos todos los días porque los grupos de peregrinos que llegan a Tierra Santa y tienen la gracia de celebrar la Eucaristía en este lugar celebran la misa de la transfiguración del Señor. Una celebración particular que viviremos el 6 de agosto, día que será también la conclusión del año jubilar.
Una luz impresa en la memoria de los Apóstoles que, antes de ir a Jerusalén y ver a Jesús morir en la cruz, se fortalecieron en su fe. Admirando así la claridad del Hijo de Dios, tuvieron la fuerza de no sucumbir a las sombras de la muerte.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
Así también en nuestra vida el Señor nos regala momentos de luz, a veces en momentos de oración, a veces en la escucha de una página del Evangelio, a veces en un momento de adoración. Debemos valorar estos momentos porque los necesitaremos precisamente cuando lleguen momentos de oscuridad, de dificultad interna, dificultades ligadas a las experiencias del sufrimiento de la muerte. Como el que estamos viviendo aquí en este período de inestabilidad política, de guerra y, por tanto, de muerte. Necesitamos la luz que nos da la Pascua y la luz que nos da la Transfiguración como anticipación de la Pascua.
El mensaje de Navidad del custodio de Tierra Santa, Fr. Francesco Patton; la oración por la paz en Roma; el nuevo libro sobre la historia de los orígenes del cristianismo y finalmente la festividad judía de Janucá.
Janucá, también conocida como la "Fiesta de las Luces", es una importante festividad judía. El día de Navidad coincide con el inicio de esta festividad.
El 11 de diciembre, la Plaza de Santa Maria in Trastevere en Roma fue iluminada con velas de fe y esperanza durante una oración dedicada a la paz mundial, presidida por el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, junto con el vicario de la Custodia de Tierra Santa, Fr. Ibrahim Faltas.
El 13 de diciembre, la Universidad de Dar Al-Kalima, en colaboración con la Misión Pontificia, organizó una conferencia en el teatro universitario de Dar Al-Kalima en Belén para presentar el libro “Palestina, cuna del cristianismo”: Una introducción a la historia de los orígenes del cristianismo desde el siglo I al VII.