"Impacto". Este es el título de la edición libanesa de la marcha franciscana celebrada a finales de agosto. 65 jóvenes libaneses se pusieron en marcha, y durante 4 días lo dejaron todo para entrar en diálogo con el Señor. Fr. JIHAD KRAYEM Responsable de la Marcha Franciscana – Líbano La marcha franciscana en el Líbano es diferente a las demás. De hecho es un poco más corta, se hace en 4 días porque los jóvenes libaneses trabajan y no pueden dedicar más tiempo. Logramos organizar la marcha a pesar de todo lo que están pasando los jóvenes libaneses: problemas económicos, problemas de pertenencia, miedo por su futuro. Mons. HANNA RAHMA Obispo de la Diócesis de Baalbak Damos gracias al Señor. Esta es una buena actividad. Es una enseñanza cultural. Así como los Apóstoles de Emaús encontraron a Jesús durante su camino, también estos jóvenes han caminado, pensado y rezado juntos para encontrarlo. El telón de fondo es la región de Baalnek, en el famoso valle de Beqaa. Inata, Barqa, el santuario mariano de Bshwat, Der Alahmar, Buadi y Shlifa. Estas son las etapas de un difícil camino hecho de encuentros, oración y reflexión. Fr. JIHAD KRAYEM Responsable de la Marcha Franciscana – Líbano Algo que hace especial la marcha en el Líbano es la participación de toda la familia franciscana. La marcha en el Líbano no solo cuenta con la participación de religiosos y religiosas de otras comunidades franciscanas sino que todos trabajamos juntos para su organización. Los jóvenes en la marcha viven diferentes experiencias: vida en común, junto con religiosos y religiosas, pero también experimentan verdadera alegría. Son una explosión de alegría: ríen, bailan, cantan, caminan... todos juntos. MIA MARIA SHABIB Es mi segunda marcha. Nos sentimos como una familia, compartimos una experiencia, aunque cada uno tenga su propio bagaje personal. Y esto nos une y nos conecta unos con otros. La marcha enseña que en el cansancio y el dolor, cuando lo único que piensas es en el peso de tu mochila, o en el dolor de tus pies, o en lo difícil que es el camino, es necesario detenerse y contemplar no solo la experiencia de ese momento sino también mirar hacia atrás y ver el progreso que hemos logrado. Nos enseña que a pesar de las dificultades del momento, lo importante es recordar aquellas que ya hemos superado, gracias a la fuerza que nos da nuestro Señor. La marcha nos ayuda a comprender que no solo el Señor está cerca de nosotros, sino también nuestra comunidad. No estamos solos en nuestro viaje. Fr. JIHAD KRAYEM Responsable de la Marcha Franciscana – Líbano Una de las cosas especiales que vivimos juntos es que enviamos a los jóvenes de 2 en 2 o de 3 en 3 a ciertos pueblos para que experimenten la mendicidad. Van a las casas del pueblo y preguntan por la posibilidad de cenar junto a la familia. Es una experiencia fuerte la que viven. Una cosa que me sorprende es que cuando se van, se van llenos de angustia, de tristeza, no saben qué hacer, qué vivirán. Pero la sorpresa es verlos regresar, todos llenos de alegría, entusiasmados. Cada uno cuenta lo que vivió, cómo fueron acogidos, qué comieron… ¡Y esto es realmente hermoso!