De la luz a la penumbra... como Cristo, en el momento de la decisión de emprender el camino de la cruz. La misma sensación que también experimentó Barluzzi durante la construcción de la evocadora Basílica de Getsemaní. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán Para Getsemaní todo fue muy complicado. Por razones técnicas aquí hubo una gran complicación, pero a Barluzzi no lo detenía nadie. También por razones políticas. Incluso hubo una manifestación, enfrentamientos… En definitiva, siempre había alguien que se oponía. Entre las dificultades de financiación, la política y los enfrentamientos con otras comunidades, la construcción de Getsemaní sigue adelante, porque Barluzzi lleva un ideal cerca de su corazón. Giovanna subraya la gran fe del arquitecto de Tierra Santa. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán Barluzzi pensaba que estaba haciendo los santuarios porque Dios así lo quería. Por eso siempre decía: ¡Si uno tiene a Dios como cliente, nadie lo detiene! Era un hombre que realmente pensaba que su trabajo no era sólo un trabajo, sino un ideal y por eso esto le dio una gran fuerza. A parte de que era muy joven cuando hizo el Tabor y Getsemaní. De una obra a otra va y viene para seguir la construcción de ambos santuarios al mismo tiempo. A diferencia de Tabor, en Getsemaní Barluzzi quiso crear una zona triunfante y sufriente al mismo tiempo. En latín, Dolens, porque Jesús sudó sangre, pero también Triumphans, porque entonces se produce la resurrección. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán De hecho, la iglesia para mí tiene este detalle. La fachada de TRIUMPHANS que retoma el arco del triunfo romano porque ese debe representar el triunfo de Cristo. Según Repellini, las 12 cúpulas bajas son mucho más modestas que el estilo bizantino. También son interesantes los grandes ventanales de los laterales con cristales de color violeta que varían en 7 tonalidades diferentes. En el centro de la Iglesia, la piedra donde, según la tradición, lloró Jesús. Esa idea de construir incorporando elementos arqueológicos es muy visible en el interior de la Basílica. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán La iglesia de las naciones tuvo que ser costeada por diferentes naciones y en las doce cúpulas debía haber doce frescos diferentes. Y ahí comienza un terrible tira y afloja. Para Barluzzi —explica la doctora— los dibujos procedentes de los distintos países no estaban en armonía artística con su proyecto. Con el cambio de custodio en ese momento y otros obstáculos, Barluzzi cree que todos estaban en su contra. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán Hubo 12 iglesias de Barluzzi. Se le confiaron 12 iglesias. No es quien para quejarse. Se ve que lo tenían en muy alta estima, aunque al final fue un poco dramático. La basílica acabó costando más de lo esperado porque el barco que debía transportar el mármol se hundió y tuvieron que comprarlo dos veces. No fue culpa suya, pero de alguna manera lo culpan porque los precios suben, como siempre. La arquitecta Repellini define el interior de la basílica como lleno de poesía, de sacralidad. La luz y la oscuridad con que Barluzzi conduce al encuentro con la poesía: Quien entra a la iglesia va en busca de lo sagrado, y se crea en el peregrino un sentimiento profundo, oración de quien busca la poesía. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán Decía al principio que era imaginativo, porque buscaba poesía, no quería hacer una simple iglesia, un "santuario" para peregrinos. No, busca algo que inspire, que pueda contener en su interior un sentimiento que pueda recordar el episodio evangélico. Cada día entran en estos santuarios cientos de miles de peregrinos y turistas. La emoción y la devoción en unos, la curiosidad arqueológica y artística en otros. Cada persona tiene su propio impacto con los lugares donde Jesús caminó y vivió los días de su vida. GIOVANNA FRANCO REPELLINI Estudio Arquitectura GFR - Milán Él quería que Tierra Santa creara en el peregrino un sentimiento de devoción y de amor hacia Cristo. Esto es lo que busca en todo su trabajo y debo decir que en parte lo consiguió. Al menos en mi corazón lo logró.