Siguiendo el camino sinodal e inspirados por la celebración de la Manifestación de Jesús Resucitado a los dos discípulos de Emaús, franciscanos, cristianos locales, religiosos y peregrinos se reunieron para una misa solemne en el santuario dedicado a este acontecimiento bíblico, en Emaús Al Qubeibeh. Evangelio Lucas, 24 13 Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; 14iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. 15Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. (…) Les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. 28Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; 29pero ellos lo apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró para quedarse con ellos. 30Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 31A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. 32Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Fr. DOBROMIR JASZTAL, ofm Vicario de la Custodia de Tierra Santa Los discípulos de Emaús se encontraron con Jesús pero en cierto punto su camino fue oscurecido por la muerte, por la pasión, por la violencia infligida a nuestro Salvador. Y he aquí, desanimados, fueron aquí a Emaús. Pero en el camino se encuentran con Jesús, lo reconocen en la fracción del pan, acogen su palabra y así se convierten en testigos de su resurrección y de su amor". Una actitud de escucha, como la de los discípulos, es la invitación que el Sínodo dirige a todos, porque, como afirma el papa Francisco, “una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha”. En el Santuario de la Manifestación de Jesús, una bella imagen recuerda el momento en que Jesús parte el pan con los discípulos en el camino a Emaús. Un compartir que en esta celebración se realiza a través de la Palabra y la Eucaristía. La homilía estuvo a cargo del párroco latino de Jerusalén, Fr. Amjad Sabbara. Fr. AMJAD SABBARA, ofm Párroco latino Iglesia de San Salvador - Jerusalén Estamos en Emaús, el día después de Pascua, y aquí tratamos de contemplar las prioridades del Sínodo: la comunión. Este es el mejor momento para que la persona relea su historia como historia de salvación. Así lo hizo Jesús en el camino con los discípulos: escuchaba sus quejas, sus expectativas, no entendían, pensaban que Dios podía hacer todo a su manera: aquí Jesús dejó claro que no todo sucede de manera humana, personal, sino que hay que releer la Escritura. Aquí todo ha sido preparado, profetizado. La participación surge aquí, en la fracción del pan, de la Eucaristía, de la relectura de la Biblia que revela el sentido salvífico de nuestra vida terrena y también de saber compartirlo con otros. “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Este es el tema del Sínodo y que los franciscanos presentes en Emaús Al Qubeibeh, un pueblo cuya población es mayoritariamente musulmana, tratan de poner en práctica todos los días. Fr. ARTURO VASATURO, ofm Administrador del Santuario de Emaús "Hoy es la fiesta de Emaús Al Qubeibeh, que es muy importante para nosotros porque llega el día después de Pascua. Aquí nos encontramos con Jesús que viene a animar a los dos discípulos que habían huido de Jerusalén porque no se sentían seguros. Así Jesús se acerca al hombre que hoy camina en esta vida. Este discurso hecho a los dos discípulos es muy importante para mí, para mí que vivo aquí entre todos los musulmanes, y solo una familia cristiana. Después de compartir la Palabra y la Eucaristía, al final de la celebración, el gesto de Jesús de compartir el pan con los discípulos fue realizado por el vicario de la Custodia de Tierra Santa. HOPPING JORDAN Peregrina Ha sido un día bendecido para mí y para estas personas de aquí. Hoy la misa ha sido hermosa. Estamos muy felices.