Mientras la Iglesia de la Santa Cruz en Nicosia está abarrotada, alrededor de las 10 de la mañana un obispo y un fraile se trasladan al norte de la isla para encontrarse con dos comunidades. Un recorrido de al menos una hora pasando por un territorio íntegramente musulmán. La primera parada es la comunidad de Kyrenia, en la iglesia dedicada a Santa Catalina. Y por la tarde la comunidad de San Cirilo. La isla, que no tenía un obispo católico desde hacía casi 400 años, cuenta ahora con un franciscano, consagrado el 16 de marzo de 2024 en Nicosia, como nuevo ordinario católico de rito latino para la isla de Chipre. Mons. BRUNO VARRIANO Obispo de Chipre Realmente estamos viviendo un momento hermoso en la Iglesia católica de Chipre, una belleza también en las relaciones. Puedo decirlo de todo corazón. Con su llegada creció la relación con sus hermanos y hermanas ortodoxos, así como con la Iglesia católica maronita y con las confesiones religiosas que estuvieron presentes en su ordenación episcopal. Él siente en esto un signo de acogida y de unidad. Mons. BRUNO VARRIANO Obispo de Chipre La vida del obispo latino de Chipre está siempre ligada al Patriarcado latino de Jerusalén. Trabajamos mucho aquí porque somos una iglesia en crecimiento, con el aumento de inmigrantes y refugiados que llegan a la isla. Tenemos muchos hermanos que piden hacerse cristianos católicos y comenzar a seguir un camino de iniciación cristiana en las distintas parroquias y esto podemos decir que nos trae mucha esperanza. Mientras lo seguimos en su día a día como obispo, 14 jóvenes reciben de él el sacramento de la confirmación. Una juventud entrañable y entusiasta celebra la alegría de ser Iglesia, acogiendo con sincero cariño a su pastor. Es hermoso también ver cómo se apresuran a confesarse, a recibir bien la confirmación, como verdaderos seguidores de Jesús. Y allí mismo, bajo el árbol, un lugar de encuentro con la misericordia de Dios. Actualmente se está trabajando junto con los párrocos con grupos de adolescentes. Mons. Bruno nos habla de la iniciativa pastoral que reúne a cientos de adolescentes que participan en las actividades que se realizan en la parroquia. El nombre del grupo es muy sugerente: San Bernabé. Este año el plan es peregrinar a Santiago de Compostela y el año que viene planean llevarlos a Roma para el Jubileo. Mons. BRUNO VARRIANO Obispo de Chipre ¡Es una Iglesia que camina y nosotros caminamos con alegría! Tenemos comunidades hermosas, llenas de alegría, entusiasmo que quieren ver al obispo. Mi misión como obispo franciscano de Chipre es llevar esta unidad fraterna a todas las Iglesias y también alegría. Este año por primera vez renovamos nuestras promesas sacerdotales con todo el clero católico, maronita y latino y tenemos muchos momentos de encuentro con todos los religiosos de la Iglesia latina y de la Iglesia maronita. De hecho, su presencia marca una nueva historia para la vida de la Iglesia en Chipre. Mons. BRUNO VARRIANO Obispo de Chipre 400 años después, no es un obispo el que viene de fuera para traer poder, para tener poder sobre Chipre, como lo era hace 400 años. Ahora el obispo es un fraile, un sacerdote que ha vivido aquí y al que realmente han acogido para ser obispo. Por eso ha sido muy hermoso para mí. Creo que debemos seguir en esta línea de diálogo, y la Iglesia católica tiene este carisma. Una iglesia que sigue los pasos de Jesús y que también busca a los más necesitados. Cada semana se celebra misa en el campo de refugiados de Fornara, que se convierte en una iglesia para los refugiados. Mons. BRUNO VARRIANO Obispo de Chipre Donde está el obispo está la Iglesia. Es una iglesia familiar que camina con los franciscanos, mis hermanos que están en mi corazón, los diocesanos que trabajan aquí, el Verbo Encarnado, las Hermanas de San José, las monjas franciscanas, las monjas de Sri Lanka. Los religiosos latinos en Chipre somos una hermosa familia junto con la Iglesia maronita, también con los sacerdotes, los monjes y también las monjas y con la Iglesia ortodoxa, la Iglesia armenia, una riqueza de nuestra Iglesia de Chipre y queremos vivir este testimonio de unidad en la diversidad. Monseñor Bruno está impresionado por la sonrisa y el entusiasmo de la gente a pesar de las dificultades, que son innumerables, tanto para los chipriotas como para los inmigrantes y refugiados. Mons. BRUNO VARRIANO Obispo de Chipre Quisiera, con la gracia de Dios, con la intercesión de San Francisco, San Antonio y especialmente San Bernabé, llamado aquí San Bernabé Chipriota, y San Pablo, con su intercesión y la de la Virgen María, poder servir a este pueblo de Dios, usando todas mis fuerzas y con todo mi ser. También en Nicosia conocemos la primera escuela de Chipre fundada en 1646 por los frailes franciscanos. Una excelencia para la educación integral de las nuevas generaciones. Lo veremos en el próximo capítulo.