Nuestra primera parada es el Convento de Nuestra Señora de las Gracias, en la ciudad de Lárnaca, a pocos kilómetros del aeropuerto. Nos reciben allí Fr. Andrew Verdote, responsable de la comunidad franciscana y Fr. Andrew Arhin, párroco de la iglesia católica. Los franciscanos residen en Lárnaca desde el año 1593. La iglesia que vemos hoy es la tercera de una serie de edificios sagrados construidos en el mismo lugar. En forma de cruz latina, tiene nártex, cúpula y peristilo. En la entrada de la iglesia vemos el busto del arquitecto, el fraile franciscano Serafino da Roccascalegna, quien para el proyecto se inspiró en el estilo arquitectónico eclesiástico del sur de Italia de los siglos XVII y XVIII. La Iglesia está siempre abierta y son muchos los que la visitan y vienen a orar. Cada altar está dotado de una belleza singular entre los frescos centenarios y las imágenes de los santos. En la nave central, la maravillosa pintura de Nuestra Señora de las Gracias preside el altar mayor. Justo encima está la cruz franciscana. La misa diaria se celebra por la tarde. En los días en que nos acogieron, hemos podido ver al párroco preparando a los niños para la primera comunión, enseñándoles los signos de la fe, explicando las lecturas de la liturgia y hablando con los padres. Y los colaboradores atendiendo la iglesia, limpiando y organizando los espacios. Fr. ANDREW ARHIN, ofm Párroco – Nuestra Señora de las Gracias - Lárnaca Tenemos este deseo de servir a todos y que todos puedan venir aquí a orar. El convento está anexo a la iglesia, al igual que la residencia de ancianos gestionada actualmente por las monjas franciscanas misioneras del Sagrado Corazón. Todos los gastos se comparten entre ellos. De lunes a sábado, a las 8 de la mañana, se celebra la misa en inglés en el cercano colegio de San José. Los fieles locales e incluso los niños vienen aquí para participar. Fr. ANDREW ARHIN, ofm Párroco – Nuestra Señora de las Gracias - Lárnaca También tenemos dos capellanías fuera de la parroquia pero no tenemos iglesia allí, utilizamos la ortodoxa. Así, a las 9.30 nos dirigimos a Ayia Napa y a las 11 a Para Limini. Durante la semana, nos explica el párroco, los fieles están invitados por la tarde a rezar el Santo Rosario, con la exposición del Santísimo Sacramento. El martes se celebra San Antonio; en las fiestas marianas se rezan oraciones en la gruta y se realizan procesiones, para pasar a continuación a realizar la atención pastoral siguiendo el calendario litúrgico latino. Fr. ANDREW ARHIN, ofm Párroco – Nuestra Señora de las Gracias - Lárnaca Esta adoración no existía antes. Cuando llegué lo empecé a hacer aquí porque ya lo hacía en Nicosia: adoración diaria. Y ahora viene mucha gente y me dice: Padre, usted es verdaderamente un tesoro para la parroquia. Estamos aquí para el pueblo y no para vanagloria. Estamos aquí para invitar a todos a orar. Los domingos, nos dice Fr. Andrew, la actividad pastoral es intensa. En la iglesia se celebran cuatro misas: una en griego, otra en inglés y otra de acuerdo a los grupos lingüísticos que frecuentan la parroquia: filipinos y africanos. Una fraternidad pequeña pero muy acogedora y atenta a las necesidades de la población local y de los visitantes. Hoy llevan a cabo la misión franciscana en esta tierra y con valentía son trabajadores de paz y unidad. Fr. ANDREW ARHIN, ofm Párroco – Nuestra Señora de las Gracias - Lárnaca Para mí es una gracia de Dios estar aquí y servir al pueblo de Dios y también dar buen testimonio de Cristo resucitado por todos nosotros. Con la llegada del obispo Mons. Bruno Varriano, ahora se realizan también encuentros a nivel diocesano para sensibilizar sobre las diferentes realidades presentes en la isla. Fr. ANDREW ARHIN, ofm Párroco – Nuestra Señora de las Gracias - Lárnaca Ahora estamos reuniendo a jóvenes mayores de 18 años para ir a Santiago de Compostela. Este es uno de los proyectos que estamos haciendo para la iglesia y para los fieles. Una presencia que en sí misma habla del amor y la dedicación de quienes han construido la historia con sus contrastes y desafíos. Y finalmente, la amabilidad de alguien que, como una madre, se ocupa de los frailes tanto en la cocina como asistiendo en la liturgia. Próxima parada: Nicosia, en el centro de la isla. Tres intensos días de aprendizaje sobre su misión.