Los Museos Vaticanos, conocidos también como Museos del Papa, acogieron el 19 de abril la presentación del libro “Artistas italianos en Tierra Santa”. Entre los presentes, la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta y el custodio de Tierra Santa, Fr. Francesco Patton. El volumen resalta los trabajos realizados por el arquitecto Antonio Barluzzi y por pintores, escultores y artesanos italianos que en la primera mitad del siglo pasado llevaron su arte y su profesionalidad a los santuarios cristianos de Tierra Santa. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa “Todo lo que hizo Antonio Barluzzi lo hizo como hombre de fe… Me atrevería a decir que se identificó completamente con la custodia franciscana y con la espiritualidad de los santos lugares. Con el resto de artistas, puso en evidencia la espiritualidad típica de cada lugar.” En la tierra del Quinto Evangelio son más de veinte las obras realizadas o restauradas por Barluzzi. Entre ellas, la Iglesia de la Flagelación en Jerusalén, la Visitación en Ein Karem y las Bienaventuranzas en Galilea, además de la Basílica de Getsemaní y del Monte Tabor. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa “La Basílica de Getsemaní, que es la Basílica en la que Jesús vive el momento de la agonía y de la oración nocturna, es una basíluca muy oscura, en el intento de reproducir el ambiente en el que Jesús rezó. El otro ejemplo es el Tabor, lugar de la manifestación luminosa de Jesús. Barluzzi construyó una Basílica de forma alargada, que atraía nuestra atención hacia lo alto. Es luminosa y transmite la belleza del Cristo Transfigurado.” Un libro que profundiza en la historia de Barluzzi, profesional incansable y ferviente cristiano. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa “Trató de inducir a todos los artistas a trabajar transmitiendo el significado del lugar, para después ayudar a los peregrinos que fueran llegando. Eran pocos y ahora sabemos que son millones cada año.” Los frailes, llegados a Tierra Santa hace 800 años, ofrecen siempre un valor especial, sobre todo a los santos lugares. Lugares, estos, importantes tanto para los cristianos locales como para los millones de peregrinos que los visitan cada año.