Después de la resurrección, Jesús continuó conmoviendo los corazones de los discípulos en sus apariciones. En estos encuentros, ricos de significado, dejó enseñanzas fundamentales para el cristianismo, como la fe, la perseverancia y el amor. Una de estas visitas tuvo lugar en las inmediaciones del Mar de Galilea. En sus orillas, Jesús fue al encuentro de sus discípulos en un momento de frustración: Habían trabajado toda la noche y no habían llegado a pescar nada. Cuando se hizo de día, narra el Evangelio, Jesús se encontraba en la playa, cuando encontró a los discípulos que no lo reconocieron. Les preguntó si tenían algo de comer. No habían pescado nada esa noche, así que Jesús les lanzó un desafío: “”Tirad las redes hacia la parte derecha de la barca y los encontraréis.” Obedeciendo a la invitación de Jesús, los discípulos tuvieron prueba de la ayuda que ofrece a todo aquel que persevera y tiene confianza. Y así, llenaron las redes de pescado. Hoy, en el lugar de este encuentro se encuentra el Santuario Franciscano del Primado de Pedro. Según la tradición sobre esa piedra Jesús comió junto a sus discípulos el almuerzo preparado por Él mismo. KIM KUAH YONG Peregrina coreana “Muchos coreanos vienen aquí en peregrinación para seguir los pasos de Jesús. Es un lugar muy importante y lleno de paz.” Después de que hubieran comido, Jesús preguntó a Pedro si lo amaba. Y se lo preguntó tres veces a aquel que Él mismo había elegido para guiar a la Iglesia. CLAIRE LAPLEUR Peregrina francesa “Ver el lugar donde Jesús se encontraba con Pedro cuando le preguntó: ‘Pedro, ¿me amas?’ es como sentir a Jesús que me pregunta a mí también: ‘Claire, ¿me amas?’. Volveré a casa con esta pregunta en la cabeza y en mi corazón y quiero responder cada vez mejor a través de mi vida.” Desde la iglesia al mar, un camino de piedras que aluden a los apóstoles. Dispuestas en forma de corazón, recuerdan la cualidad de Pedro: “Sólida roca”, que aprendió que el amor es el camino para seguir a Cristo. Y este ejemplo continúa atrayendo a cristianos de todo el mundo. CRISTINA SAMER Peregrina americana “Es una experiencia bellísima. Hemos hecho mucho camino desde Estados Unidos hasta aquí para visitar estos lugares tan espirituales como Cafarnaum o esta iglesia. Estamos contentos dee star aquí y queremos disfrutar todavía más de este lugar.” Muchas personas vienen de lejos para encender de nuevo la llama de la fe. Y cuando tocan el agua del mar que ha bañado a tantas historias del Evangelio, se sienten como si fueran bañados por el Amor de Aquel que atrae a muchos en este lugar. CRISTINA SAMER Peregrina americana “Es muy significativo estar aquí, sentimos un vínculo muy fuerte con este lugar y aquí nos sentimos muy amados por Jesús.”