Por los caminos de Galilea en busca de Dios, entre llanuras y montañas, el frenesí y las cosas hermosas de la vida se alejan, y la voz del Señor se escucha en la naturaleza. Los corazones de los jóvenes participantes en la marcha franciscana ardieron y sus ojos se abrieron al camino de la verdad y la justicia. "Hoy estarás conmigo en el Paraíso". Este es el título de la Marcha Franciscana de este año, que ya va por su trigésima segunda edición. Un centenar de jóvenes partió el 20 de agosto desde Sakhnin hacia Deir Hanna, Almaghar y Eilaboun, llegando hasta el monte Tabor. Un viaje de búsqueda de uno mismo, para descubrir el sentido de la vida a pesar de los desafíos, para encontrar y experimentar el amor incondicional de Dios. MARIA KHCHIBOUNA Kfar kana Cada año participo en la marcha, porque no hay nada más hermoso que pasar siete días en la casa del Señor, estando junto a los jóvenes. Incluso si no nos conocemos, vivimos como hermanos, ya seamos de Ramallah, Nazaret o Shefa Amr, todos vivimos como hermanos. Esta es la mejor experiencia de mi vida. Siento paz interior. GEORGE TARAZI Ramla Antes de llegar a la marcha tenía muchas preguntas en la cabeza. Sentía que la marcha era una invitación de Dios a separarme del mundo exterior por un tiempo para acercarme a Él. Y esto es lo que realmente sucedió. Este viaje me ha fortalecido mucho. He descubierto que mi relación con Dios es mucho más fuerte, pensaba que era débil, pero he descubierto que él siempre está conmigo, ayudándome y motivándome en todo momento. Este año la marcha ha logrado tocar el corazón de todos los participantes. De las veladas espirituales a la adoración eucarística: momentos que han ayudado a los jóvenes a redescubrirse en lo más profundo de su alma, a comunicarse con Dios, a descubrir su voluntad y a afrontar sus miedos, dudas y derrotas. NOHA HELU Ramallah Ha sido una experiencia espiritual única, que nos ha cambiado mucho y nos ha tocado el corazón. Las horas de adoración, oración y misa pero, sobre todo, el sacramento de la confesión han cambiado la vida de muchos. Así es como Dios nos llama a cambiar nuestras vidas para mejor, porque Dios es misericordioso. Me he sentido humilde a través del ritual del lavatorio de pies. Es una sensación hermosa cuando los frailes lavan los pies. LOUNA ZAYTOON Nazaret No quería que los frailes me lavaran los pies porque soy una pecadora, débil e indigna. Cuando el fraile vino hacia mí para hacerlo, yo seguía sin querer hasta que vi a Nuestro Señor en Él, y fue como si me dijera: "Lucho por ti, te amo y te amo más que lo que tú me amas”. Me quedé muy sorprendida y lloré. LEEN HAMATY Belén Es mi tercera marcha después de una pausa de seis años. Lo que me ha llamado mucho la atención es la espiritualidad de esta edición; una espiritualidad que no se puede experimentar en ningún otro lugar. También me llamó la atención el título de la marcha: "Hoy estarás conmigo en el Paraíso". Hemos aprendido que por muy lejos que estemos de Cristo, por mucho que hayamos pecado, hay oportunidad de arrepentimiento y reconciliación hasta el último momento de nuestra vida, así como Él ha perdonado a todos. La labor de los frailes franciscanos no se limita al cuidado de los Santos Lugares, sino que su misión se extiende al servicio de las personas, especialmente de los jóvenes. Fr. GEORGE HADDAD, ofm Director espiritual de la marcha franciscana en Tierra Santa Gran parte de nuestra misión es estar con los jóvenes, estar con ellos, porque son el pilar de nuestra Iglesia y son el futuro de la Iglesia de Tierra Santa. Hemos tratado a través de la espiritualidad de renovar esta relación, de lograr que los jóvenes puedan vivir una experiencia diferente que permanecerá con ellos para siempre, una experiencia que les haga comprender que viven una gran gracia como hijos de Tierra Santa. Fr. IBRAHIM FALTAS, ofm Vicario de la Custodia de Tierra Santa Todos los participantes en la marcha se confesaron. Es algo muy hermoso. Los frailes que acompañaban a los jóvenes me dijeron que tenían "sed de Cristo y de la Iglesia". Han vivido intensos días de oración y confesión. Algunos de ellos no se han confesado desde su primera comunión. Los jóvenes de la marcha franciscana tuvieron un encuentro especial con Mons. Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén. Mons. PIERBATTISTA PIZZABALLA Patriarca latino de Jerusalén La marcha es un momento maravilloso en la vida, pero también debe convertirse en un deseo durante todo el año. Necesitamos desarrollar ese deseo por Jesús, no solo esta semana, sino todos los días del año.