El amor no conoce fronteras, da fuerza para seguir adelante y superar las dificultades, incluso cuando todo parece perdido. La visita del patriarca latino de Jerusalén a Gaza es un momento importante de encuentro para la comunidad local. Una oportunidad para el diálogo, y una forma de superar juntos las dificultades derivadas de la guerra. El encuentro con la comunidad —dijo Monseñor Pizzaballa— es siempre muy agradable y alegre. En cada visita se celebra un bautismo, se bendice a la gente, se escuchan sus peticiones. Cada ocasión es un momento de celebración. Como el encendido del árbol de Navidad: un momento en el que participaron muchas personas, tanto cristianas como musulmanas. El patriarca recibió, bendijo, besó y abrazó a los niños con cariño: “Las relaciones humanas son mucho más simples que profundizar en cuestiones políticas”, subrayó Monseñor Pizzaballa. Mons. PIERBATTISTA PIZZABALLA, ofm Patriarca latino de Jerusalén En primer lugar, la experiencia dice que nunca debemos dejar de esperar, nunca dejar de creer. Uno debe tener un ideal elevado, un corazón lleno de gratitud y amor. Uno podría pensar que se encontraría una comunidad triste y sin esperanza, primero porque la situación política, económica y social es realmente difícil, luego porque la comunidad cristiana es realmente pequeña. “Pero precisamente por eso —continuó el patriarca— he encontrado allí un hermoso y fuerte sentido de comunidad. Hay problemas, como siempre, pero la comunidad nunca se rinde” Mons. PIERBATTISTA PIZZABALLA, ofm Patriarca latino de Jerusalén Creo que esto es lo que esta comunidad os puede revelar: a pesar de las adversidades que os rodean, podéis ser signo de paz, esperanza y amor. La preparación para la Navidad, explica el padre Gabriel, párroco de la pequeña comunidad latina de Gaza, se hace en la sencillez de las familias, con visitas y bendiciones a las casas y a los enfermos, confesándose y haciendo breves retiros espirituales. La visita del patriarca anticipa la Navidad y es siempre motivo de gran alegría para esta comunidad de unos 1.000 fieles en toda la franja. P. GABRIEL ROMANELLI, ive Párroco latino de Gaza El mensaje de Navidad es siempre el mismo: mira hacia arriba porque nuestra salvación viene de nuestro Señor Jesucristo, la presencia de Dios entre nosotros, el Emmanuel. No es solo un mensaje hacia y desde Gaza, sino que es un mensaje para todo el mundo: no podemos vivir en la oscuridad aunque el mundo esté en la oscuridad. No podemos vivir en la angustia y la tristeza como si no se nos hubiera dado lo más importante. Dios ha entrado en nuestra historia y a pesar de que nuestra realidad de vida es triste e injusta, Dios ha venido a salvarnos. Os deseamos a todos una Feliz Navidad.