La vigilancia de la Orden Franciscana sobre las piedras vivas no descuida la preocupación por la sensibilización sobre la salud y subraya que vale tanto un gramo de prevención como un kilo de curar. A finales del mes de Octubre Rosa, la Parroquia Latina de Jerusalén organizó una conferencia de sensibilización para subrayar la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de mama. La Dra. Dima Awad brindó una explicación detallada sobre los indicadores del cáncer de mama y los métodos para prevenirlo, subrayando que el diagnóstico temprano es la clave fundamental para una recuperación efectiva. También destacó cómo el conocimiento de su cuerpo por parte de la mujer y el seguimiento de sus pequeños cambios pueden constituir el primer paso hacia la protección y prevención de la enfermedad. Dra. DIMA AWAD Especialista en Cirugía Ginecológica y Obstétrica – Hospital St. Joseph – Jerusalén A nivel mundial, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres, pero no es exclusivo de las mujeres. De hecho, la incidencia de cáncer de mama en hombres se sitúa entre el 0,5% y el 1%, frente al 85-90% entre las mujeres. Las posibilidades de supervivencia están estrechamente relacionadas con la detección temprana. De hecho, el diagnóstico precoz del cáncer de mama puede aumentar la probabilidad de supervivencia hasta entre un 90 y un 93%. Crear conciencia a través de iniciativas como estas es un paso esencial para construir una sociedad fuerte y saludable, donde todos reconozcan la importancia del autocuidado y la solidaridad. Dra. DIMA AWAD Especialista en Cirugía Ginecológica y Obstétrica – Hospital St. Joseph – Jerusalén Cuando organizamos seminarios de sensibilización como este, la enfermedad se vuelve menos aterradora para las mujeres y la barrera del miedo se derriba, especialmente cuando la mujer recibe información adecuada sobre la enfermedad y cómo tratarla. Es cierto que la enfermedad asusta a las mujeres al principio, pero conocer métodos de prevención, como evitar el riesgo y detectar la enfermedad a tiempo, aumenta enormemente las posibilidades de supervivencia y de tratamiento eficaz. HANNEH MAJLATON Jerusalén Llevo tres años luchando contra el cáncer de mama. Ha sido una experiencia muy difícil, pero Dios me ha salvado. Esos tres años han sido extremadamente duros, pero todas las noches rezaba el rosario y pedía a Dios que interviniera por mí. Él me escuchó y me sanó. Gloria a Dios. Mi consejo para todas las mujeres, especialmente las mayores de cuarenta años, es que se hagan la prueba para una detección temprana. El dolor que sentí fue realmente intenso. Tuve que pasar por quimioterapia y radioterapia, y fue un momento extremadamente doloroso. Sin embargo, gracias a Dios y al apoyo de mi familia logré superarlo. El diagnóstico temprano no es sólo un procedimiento médico, sino también un camino hacia la esperanza y la curación, y es un mensaje para cada individuo de que las pruebas periódicas y la fe en el poder de Dios pueden marcar una gran diferencia al enfrentar esta enfermedad.