En un día impregnado de esperanza y de luz, a pesar de las difíciles condiciones humanitarias impuestas por la grave guerra en Gaza, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, presidió una misa solemne en el santuario de Deir Rafat el día 26 octubre. La celebración, en honor a la fiesta de la Virgen María, Nuestra Señora Reina de Palestina, invocando su intercesión. Esta celebración trajo consigo un mensaje de constancia y súplica, ofreciendo un rayo de esperanza ante la dolorosa realidad que aflige a Tierra Santa. Los obstáculos políticos y las restricciones de seguridad han impedido que muchos cristianos participen en la Santa Misa, que esperaban como alimento espiritual para sus almas. CARD. PIERBATTISTA PIZZABALLA,ofm Patriarca latino de Jerusalén Llevamos mucho tiempo atravesando momentos difíciles; El año pasado, en particular, ha sido terrible. Desde Gaza hasta Nazaret, desde Cisjordania hasta Jerusalén, sufrimos profundamente a causa de la guerra. La oración es importante: puede que no cambie la política, pero puede transformar nuestros corazones. Debemos mantener nuestros corazones libres de la contaminación del odio, la venganza y la violencia, y este es el momento y el lugar para hacerlo. Abed Al Masseh Younan Oficina de Coordinación del Patriarcado Latino de Jerusalén Cada año, el santuario de Deir Rafat adquiere un significado particular y su nombre enriquece con valor nuestra presencia cristiana. Aquí es donde están nuestras raíces y desde donde traemos un mensaje de esperanza, invocando la protección de la Virgen María sobre este país. La fiesta de Nuestra Señora de Palestina es un mensaje para el mundo entero de que estamos arraigados en este país, a pesar de las malas condiciones de seguridad, y que estamos aquí para quedarnos. Este año, el santuario de Deir Rafat estuvo animado por un espíritu excepcional, llenándose con las voces de los estudiantes de las escuelas cristianas de Tierra Santa. Sus oraciones y sueños se unieron bajo la protección de la Virgen María, enviando un mensaje poderoso: nuestra Tierra Santa todavía tiene esperanza en sus niños, y sus voces jóvenes seguirán pidiendo paz y libertad, a pesar de las grandes restricciones. LABIB ABU GHARFEH Escuela de Tierra Santa – Jerusalén Pedimos a la Virgen María que traiga la paz al mundo, no sólo a Palestina. Pensemos también en los estudiantes de mi edad, los de sexto, que no pueden vivir una vida normal. Viven entre guerras y destrucción y han perdido el acceso a la escuela y la educación. Muchos de ellos también perdieron a sus familias y quedaron huérfanos. Ruego a la Virgen que interceda por nosotros, para que llegue la paz a nuestro país, y que mire con compasión a sus hijos. RAWAN HAZBOUN Escuela de Tierra Santa – Jerusalén Señor, te pedimos que este llamamiento sea acogido de manera especial, que las puertas del cielo se abran para nosotros y la paz se realice por intercesión de la Madre de la Paz a través de su Hijo, el Príncipe de la Paz. En honor a la Virgen María, Nuestra Señora de Palestina, los cristianos de Tierra Santa se reunieron aquí para celebrar misa. Elevaron sus oraciones especiales a Nuestra Señora, recordándole que es hija de su patria, de Galilea, de Nazaret y de Jerusalén, rogando que acelere la lluvia de la misericordia divina.