Fray Toufic Bou Mehri, de la Custodia de Tierra Santa en el Líbano, nos da testimonio de la situación actual de los frailes y del pueblo. Nos cuenta que la ciudad de Tiro estaba en calma y las bombas no habían llegado hasta allí. Pero después del 20 de septiembre, el panorama cambió. En aquella ocasión acogieron en el convento a unas 160 personas, entre ellas 70 niños, con sus padres, y 20 personas mayores. Fray TOUFIC BOU MEHRI, ofm Párroco latino - Tiro - Sur Líbano El sábado cayó un cohete justo cerca del convento, a 20 metros del borde del convento, y las piedras cayeron justo en el patio: dos niños resultaron heridos. La gente se asustó. Acogimos en el convento a una familia destruida, o a los que quedaron con vida de esta masacre, nueve casas se derrumbaron. Entonces el pueblo, aterrorizado, empezó a abandonar incluso el último refugio que encontró en el sur del Líbano, en Tiro, en el convento de San Antonio, de la Custodia de Tierra Santa. Con los bombardeos muy cerca, la gente quedó asustada y poco a poco fue en busca de lugares más seguros. Como la parroquia estaba medio vacía, los frailes pensaron que serían más útiles en otro lugar. Obligados por la situación, cerraron las puertas del convento de Tiro el 1 de octubre y se trasladaron a Beirut. Fray TOUFIC BOU MEHRI, ofm Párroco latino - Tiro - Sur Líbano Nos llevamos el Santísimo Sacramento, las reliquias del convento y el Santo Óleo y nos fuimos. Hasta Saida, no había ningún coche a mitad de camino. A partir de Saida empezamos a sentirnos como en otro país y por eso tuvimos que cerrar un capítulo, cerrar el convento y venir a Beirut a empezar un nuevo capítulo. Nos cuenta cómo fue consolado por la fe, por la certeza de que el Señor está con ellos. Una cercanía que se manifiesta principalmente a través de la ayuda de personas que quieren echarles una mano y estar cerca de ellos. Fray TOUFIC BOU MEHRI, ofm Párroco latino - Tiro - Sur Líbano Incluso desde Siria, pobre, en estos momentos que estamos viviendo, alguien me llamó para decirme: "Padre, he oído lo que estás haciendo, quiero participar y quiero estar cerca de ti". Sentir que no estamos solos ya es de gran ayuda para nosotros. Sintiendo que en nuestro grito “no más guerra” no estamos solos. La guerra y las bombas nunca han traído paz ni derechos, traen odio y división entre las personas. La comunidad franciscana del Líbano se acerca a su gente. Más de 170 familias han sido ayudadas por ellos para superar todos los momentos del día. Tratando de ser portadores de paz, viviendo la caridad y la fraternidad. Fray TOUFIC BOU MEHRI, ofm Párroco latino - Tiro - Sur Líbano La gran pregunta que haces: “¿Cómo puedes ver a Dios en esto”? Este mes celebramos a San Francisco. El que escuchó de Dios: “Francisco, levántate y repara mi casa, ¿no ves que está en ruinas?” Entonces medité, oré y pensé. Si el Señor habló a Francisco de las ruinas de la Iglesia, entonces sí, es una gran prueba también para nosotros. Sintiendo al Señor, hablándonos incluso desde las ruinas. Y desde las ruinas habla el Señor. No hay derrotas, está el Señor que incluso logró vencer a la muerte. No solo la cruz. Y luego escuchar al Señor desde las ruinas, escuchar al Señor en estos momentos difíciles, nos hace comprender que es el verdadero cristiano el que sabe llevar su cruz el que sigue adelante.