San Francisco de Asís: Peregrinos y desconocidos de la fraternidad y de la paz

2024-10-03 06:47:12
La universalidad de la figura de San Francisco la hace familiar en todas las iglesias de Tierra Santa. El propio Francisco, hombre enamorado de Cristo, centró su experiencia espiritual en la contemplación del Belén y del Calvario. En su cuerpo recibe los signos de la Pasión. En él, como en los más grandes místicos de la Iglesia, se recrea la armonía con el cosmos, expresada en el canto de las criaturas. El 4 de octubre, en todas las fraternidades franciscanas se honra a su fundador con la celebración del Tránsito al final de las vísperas solemnes de la víspera, y en las santas Misas de la fiesta, con una buena asistencia de fieles. En Jerusalén, en la iglesia del Santísimo Salvador, fray Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, presidió la celebración solemne del Tránsito. En su homilía, Fr. Patton subrayó la persona de Jesús, que vivió como peregrino y extranjero en esta tierra, por lo que Francisco y los primeros frailes siguieron su ejemplo. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa San Francisco vivió toda su vida como un tránsito, es decir, como un paso y yo diría más, vivió toda su vida como una peregrinación. Tanto es así que una de las definiciones que le encanta dar de nuestra vida es que debemos ser “como peregrinos y extranjeros en este mundo”. Esto significa que nuestra vida debe ser una vida en la que confiemos sobre todo en el Padre; vivimos de manera absolutamente esencial; vamos hacia los demás de manera confiada y como mendigos y al final, cuando también llega el momento de cerrar los ojos, sabemos poner nuestra vida enteramente en manos del Padre como Cristo en la cruz. Durante la liturgia, los profesos temporales renuevan sus promesas. Han llegado jóvenes de muchas partes del mundo, atraídos por la vida de San Francisco, tanto por su manera de entregarse a Dios con espíritu de gratitud como por su capacidad de dejarlo todo y despojarse teniendo sólo a Dios como Padre. Fr. HASSLER OSMIN PINEDA, ofm Estudiante de Teología - Nicaragua Desde pequeño recibí valores cristianos de mi familia, de mis padres, de mis abuelos. Siempre he tenido el deseo de ser acólito. Luego pensé en cómo podría servir a Dios más profundamente. Y así, cuando crecí, fui a una misión junto con un sacerdote franciscano que conocí en mi tierra natal. Y por eso me gustaba seguir este estilo de vida. Fr. SYLVESTER NDUBUEZE CHUKWUMA, ofm Estudiante de Teología - Nigeria Leyendo algunos fragmentos de San Francisco me detuve donde se desnudó frente a su padre y luego al obispo para renunciar a todo lo que tenía y que el único padre que él mismo tiene ahora es Dios. Él me llevó allí porque si un joven como San Francisco que tenía un padre rico, hizo esto por el Señor, siguió a Jesús, entonces, ¿quién soy yo? Y desde allí tuve este sentimiento de pedir ser también como los franciscanos, seguir a Jesús a través de San Francisco. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa Mi deseo es precisamente asumir este estilo de vida de San Francisco. Pienso también en un contexto como aquel en el que nos encontramos fuertemente marcados por el conflicto, por la guerra. Es fácil que uno también se deje vencer por el miedo, el desánimo y los sentimientos negativos. Pero si uno vive con el espíritu del peregrino incluso en una situación como la que vivimos, está en paz, está sereno. ¡Sé que mi vida está en las manos de Dios! Un momento muy conmovedor es la lectura del tránsito de san Francisco, con las palabras y los gestos pronunciados aquella tarde en el convento de la Porciúncula de Asís. El 4 de octubre, día de la fiesta, nuevamente reunidos en la iglesia, según la tradición, un sacerdote dominico preside la Eucaristía —el padre Martín Staszak— y otro pronuncia la homilía —el P. Olivier Poquillon—. Un recordatorio de la relación entre Santo Domingo y San Francisco, ambos fundadores de las órdenes mendicantes y también dedicados a la predicación, el anuncio y el testimonio del Evangelio. Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa El hecho de que en algunas biografías se haya hablado de una idea inicial casi de fusionar las dos órdenes, que de hecho Francisco no quiere porque sabe que los carismas son diferentes, ha llevado sin embargo a esta tradición de intercambiar la presidencia y la predicación en el día de sus respectivos santos patrones. Luego, al final de la comida, cantamos una canción que recuerda lo que ambos nos han enseñado desde el punto de vista del compromiso apostólico y también del celo seráfico. En este tiempo y contexto en el que nos encontramos, pedimos a San Francisco la gracia de vivir plenamente la espiritualidad de la confianza y la fraternidad, siguiendo las huellas de Cristo y su Evangelio. Conscientes de ser un pequeño rebaño, que se atreve a vivir como peregrinos y extraños, en la posibilidad de vislumbrar el sueño de Dios de fraternidad y paz.
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino

San Nicolás Peregrino es un niño griego nacido en 1075, que conoció a Jesús con ocho años y al verlo recibió de él la oración de su corazón. Fue venerado como santo por los católicos y permaneció así durante aproximadamente nueve siglos. En 2023, los griegos ortodoxos de Italia lo incluyeron en su calendario litúrgico. Un santo verdaderamente ecuménico, que tiene tanto que decir a los peregrinos que hoy llegan a Jerusalén. Su vida está escrita en el libro de Mons. Natale Albino, diplomático de la Santa Sede.