El 14 de septiembre, en Jerusalén, religiosos y peregrinos participaron en la celebración de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz en la Basílica del Santo Sepulcro. La fiesta tiene su origen en Jerusalén y está ligada al hallazgo de la vera cruz por Santa Elena, madre del emperador Constantino, y sobre todo a la construcción y dedicación de los edificios construidos por el propio emperador para proteger y honrar los lugares donde Jesucristo completó su misterio pascual de muerte y resurrección. La celebración fue presidida por Fr. Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa. Además de la comunidad franciscana, también estaban presentes religiosos de otras comunidades cristianas presentes en Jerusalén. Un momento solemne y emotivo de la celebración fue el de la procesión con la reliquia de la Santa Cruz desde el Calvario hasta la capilla de la Magdalena donde los fieles rindieron homenaje a la Cruz de Cristo, esperanza de quienes creen en Él. JOÃO DIMAS PUQUEVICZ San Pio Tur Es un momento maravilloso e inexplicable. Esta es la cuarta vez que estamos aquí con un grupo en esta misma fiesta. Y cada año es como si fuera la primera vez. Es la renovación del amor de Jesús por nosotros. Fr. IBRAHIM FALTAS, ofm Vicario de la Custodia de Tierra Santa La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz es una gran celebración para todos. Se celebra en el Calvario muy cerca del sepulcro vacío. Aquí recordamos el dolor pero también la gloria de la resurrección. Y hoy recordamos que hay muchas cruces en nuestra existencia. También recordamos el sufrimiento de las guerras. Hay muchas guerras en todo el mundo. Y aquí también hay persecuciones silenciosas, como las que tuvieron lugar en nuestros santuarios: en la Flagelación, en la tumba de María, en el santuario de Stella Maris. También oramos por nuestros hermanos que están pasando por situaciones muy difíciles como en Siria y el Líbano. Hoy también hemos orado por los pueblos de Marruecos y Libia. Pero el mensaje de este lugar es que el Amor siempre vencerá.