Getsemaní, donde los olivos milenarios, los textos bíblicos y la arqueología se unen
2021-03-09 14:54:50
El Huerto de Getsemaní está compuesto por ocho olivos seculares situado a los pies del Monte de los Olivos. Su nombre deriva de la palabra aramea gat semãnê, que significa ‘molino de aceite’ y que sugiere la presencia de una prensa en tiempos antiguos.
Según los evangelistas Mateo y Marco, este es el lugar donde Jesús fue traicionado por Judas y arrestado mientras rezaba con sus discípulos, tras la Última Cena.
Actualmente, con el término Getsemaní indicamos tres lugares, custodiados por los franciscanos, que conmemoran la agonía y el arresto de Jesús en la noche en la que fue traicionado: La Gruta de Getsemaní, el huerto de los Olivos y la Basílica de las Naciones. Ya a finales del siglo III, Getsemaní era considerado un lugar de oración para los cristianos.
Con Fr. Eugenio Alliata, arqueólogo del Studium Biblicum Franciscanum, haremos una peregrinación al corazón de este santuario.
Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm
Arqueólogo Studium Biblicum Franciscanum
"Los franciscanos, guiando a los peregrinos, venían a Getsemaní. ¿Y dónde se detenían? En un pequeño huerto de olivos antiquísimos, llamados “los olivos de los romanos”. Estos olivos pertenecían a propietarios musulmanes de Jerusalén. Unos comerciantes bosnios compraron el terreno en el siglo XVII e hicieron un regalo votivo a la religión cristiana. Y así, el lugar se cerró con un muro y se convirtió exclusivamente en un lugar de oración."
Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm
Arqueólogo Studium Biblicum Franciscanum
"Posteriormente la Custodia quiso ampliar este terreno con los olivos, y compró un terreno antiguo, hacia el sur. En este había también algunos olivos bastante antiguos que podían ser utilizados como lugar para la oración. Pero fue en este lugar donde salieron a la luz los restos de las antiguas iglesias."
Durante los trabajos de excavación salió a la luz una iglesia del tiempo de los cruzados. Se podían ver unos hermosos muros y se identificó también una piedra que servía como memoria para los peregrinos.
Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm
Arqueólogo Studium Biblicum Franciscanum
"La iglesia viene mencionada en las fuentes, en las historias antiguas de los peregrinos, como la “iglesia de la oración”, porque la importancia de la iglesia es la oración que Jesús hizo en Getsemaní: “Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Este es el centro del mensaje del lugar, la oración de Jesús."
La intención era construir una nueva y hermosa iglesia, en el lugar de la destruida en tiempos de los cruzados, y para ello se hicieron diferentes proyectos.
Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm
Arqueólogo Studium Biblicum Franciscanum
"Y comenzaron enseguida los trabajos, pero mientras excavaban los cimientos de esta nueva iglesia, aparecieron mosaicos bellísimos de colores, restos de una iglesia todavía más antigua. Entonces se tomó la decisión de reconstruir la iglesia más antigua, que era de época bizantina, del siglo IV, y ya era mencionada por la célebre peregrina Egeria. Estos mosaicos encontrados nos dan la idea de la elegancia de esta iglesia."
Y como subraya Fr. Alliata, los mosaicos modernos se han realizado muy bien y conservan la elegancia de la iglesia antigua a día de hoy.
La actual basílica fue construida entre 1922 y 1924. Para su construcción, colaboraron diferentes naciones con grandes donaciones, motivo por el cual es llamada también Basílica de las Naciones. Se confío al arquitecto Barluzzi la labor de proyectar la nueva iglesia. Quién aprovechó los frutos de los trabajos de Barluzzi fue Fr. Gaudenzio Orfali.
Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm
Arqueólogo Studium Biblicum Franciscanum
"Esta es la roca central de la Basílica, y según la tradición cristiana, en el centro, ante el altar, está el elemento más característico, más interesante para la historia del santuario. En este caso los elementos más característicos están construidos sobre la roca. La roca está en el centro de la Basílica y atrae a los peregrinos que vienen a venerarla, no por sí misma, sino por quien rezó sobre ella."
Un mosaico representa la traición de Judas, la roca de la traición, mientras que el mosaico del otro lado representa la escena de la captura de Jesús, que es arrestado por los soldados, también en este caso sobre una roca. Por ello es la roca de la oración, de la traición, de la captura de Jesús.
En el techo, los escudos de los países que han colaborado en la construcción de la Basílica. Pero también una curiosidad, que es el retrato de Barluzzi.
Desde 2012 hasta noviembre de 2013 la Basílica se sometió a una larga rehabilitación. El proyecto “Getsemaní: conservar el pasado y formar el futuro” ha permitido la restauración de los valiosos mosaicos.
Getsemaní, donde los olivos milenarios, los textos bíblicos y la arqueología se unen
En 2020, durante la construcción de un túnel de conexión entre la Basílica de la Agonía y el Valle del Cedrón, nos encontramos frente a una sorpresa, una mikve, un baño ritual judío de hace 2.000 años.
Las excavaciones arqueológicas, realizadas por el Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén y la Autoridad de Antigüedades de Israel, sacaron a la luz también una iglesia bizantina, los restos medievales de un monasterio o casa de acogida para peregrinos junto a algunas cisternas para la recogida de agua.
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
"La arqueología en este caso es una confirmación de lo que la tradición ha transmitido a partir del texto bíblico. Y cuando tenemos estos tres elementos (texto bíblico, tradición y arqueología) podemos decir que tenemos elementos de certeza suficiente para identificar el lugar."
Los olivos de Getsemaní también han sido analizados por expertos en biología y fisiología vegetal de universidades italianas y del Consejo Nacional de Investigación, a petición de la Custodia de Tierra Santa.
El estudio ha demostrado que sus troncos y ramas tienen unos 900 años, lo que los convierte en los olivos más antiguos que se conocen. Pero no solo eso. Los olivos pertenecen a una variedad única y original y todos tienen el mismo ADN, lo que significa que fueron transplantados por esquejes de una planta madre.
Los papas han sido peregrinos excepcionales en Tierra Santa, quienes han venerado la piedra de la Agonía de Jesús pero también plantado en el Jardín Sagrado un árbol de olivo. Como hizo el papa Pablo VI en su peregrinación de 1964 y el papa Francisco en 2014.
Para todo cristiano, estos olivos constituyen una referencia viva a la Pasión de Cristo.
Fr. BENITO JOSÉ CHOQUE, ofm
Guardián de la Basílica de Getsemaní
"En esta peregrinación cuaresmal de 2021, besando la roca de la agonía del Señor, pedimos vida y reconciliación para todos, especialmente en este tiempo de pandemia, donde la gente sufre."
Y desde este lugar comienza la procesión hacia la Basílica, meta de la segunda peregrinación de Cuaresma. La misa fue presidida por Fr. Donaciano Paredes Rivera, y concelebrada por los frailes de la Custodia junto a sacerdotes de otras congregaciones religiosas.
Se presta especial atención a la oración de Jesús antes de su arresto. Tras recordar otro momento de diálogo con el Padre, con motivo de la Transfiguración en el Monte Tabor, “es el momento de otra revelación —explica en su homilía el padre Łukas Popko—, no en la luz sino en la noche. Un episodio que revela que la comunión de Jesús con el padre es todavía más profunda”.
“Todas nuestras oraciones y liturgias se reducen a este ‘que se haga tu voluntad’ o ‘me pongo en tus manos’ —observó el padre Popko, recordando las palabras pronunciadas por Jesús en la piedra de la Agonía. Pero lo que observamos aquí no es la soledad de Jesús, es la comunión con el Padre”.
Ver también
A cada paso, a cada latido: San Nicolás, peregrino
San Nicolás Peregrino es un niño griego nacido en 1075, que conoció a Jesús con ocho años y al verlo recibió de él la oración de su corazón. Fue venerado como santo por los católicos y permaneció así durante aproximadamente nueve siglos. En 2023, los griegos ortodoxos de Italia lo incluyeron en su calendario litúrgico. Un santo verdaderamente ecuménico, que tiene tanto que decir a los peregrinos que hoy llegan a Jerusalén. Su vida está escrita en el libro de Mons. Natale Albino, diplomático de la Santa Sede.